Esos Momentos.

Esos momentos de soledad, donde entiendo que sólo Tú importas, que sólo Tú estás, siempre has estado. Todo es por Ti y para Ti, y sin Ti, nada tiene sentido.



Esos momentos que conviertes especiales, que haces propicio el instante del encuentro, de buscarte, de encontrarte, de escucharte, de alabarte y agradecerte sin fin.
Ese momento hermoso donde te adoro con todo mi corazón, donde se que nada es más significativo que tu Grandiosa Presencia.
Ese tiempo, donde con sólo estar, todo lo transformas, todo lo cambias, lo mejoras, lo restauras… No hay tinieblas que puedan prevalecer ante tu Maravillosa Presencia (Juan 1:5). Aunque mis sentidos físicos no te perciban, se que estas, y comprendo que estas obrando. 
Confío en Ti, y mi corazón se llena de emociones al mostrarte de esa manera tan especial, tan única, tan indescriptible.
Te amo, y es porque Tú me amaste a mí (1 Juan 4:19), vivo por Ti.
Esos momentos que quedan atesorados en mi mente y corazón, esos momentos que son únicos e irrepetibles, esos momentos que me hacen crecer y anhelarte más.
Esos momentos, que suceden sin importar el lugar, la hora, la ocasión esos momentos sin límites. Esos momentos donde me hablas, me abrazas, me adviertes, me instruyes, me prometes, me perdonas, me recuerdas tus misericordias.
Esos momentos, donde reconozco que lo extraordinario no es el momento, eres Tú Amado, eres Tú Cordero, eres Tú Jesús.

Ancris Guevara.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Mirada de Fe.

Hasta Setenta Veces Siete

Aprender a Ver el Vaso Medio Lleno, en Lugar de verlo Medio Vacío.