Solo a Ti

       Hay situaciones tan fuertes y terribles por las que nos corresponde pasar, cosas que son inevitables y que golpean duro.

            Son momentos donde llegan la duda, el temor, y se siente que no hay salida, que es el final…

        Nuestro Señor Jesús, dijo que sufriríamos aflicción en este mundo, pero que tuviésemos confianza, que Él ha vencido al mundo! (Juan 16:33). Dios no nos dejará solos en las situaciones difíciles, Él dará paz, vida, gozo.

 Pedro comenzó a hundirse en medio de la tormenta cuando decidió caminar sobre el mar con el Maestro, sólo porque desvió su mirada a la tormenta y dejó de ver a Aquel quien le había invitado a atreverse a caminar con Él sobre el mar. Así nos sucede a veces, dejamos de ver al Maestro, a confiar en Él, en sus promesas, en su Palabra, dejamos de verle en medio de la tormenta, desviamos la mirada a la adversidad, y comenzamos a hundirnos. Gloria a Dios que su brazo nos sostendrá y nos levantará cuando clamemos: ¡Señor Sálvame! En ese momento que nos falte la fe, ahí también estará Él. Él calmará el viento y cesará la tormenta! (Mateo 14:24-32).

Ese mismo Pedro al que le falló la fe, fue quien dijo, al ver como otros dejaban de seguir a Jesús, “Señor, a quien iremos?”, dispuesto a seguirle hasta el final.

Por eso, aunque la tormenta nos espante, aunque llegue la duda o el temor, aunque apartemos la mirada de Jesús para ver la adversidad,  el Señor estará siempre ahí. Y diremos, solo a ti iré Señor!

Juan 6:8

“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”

Ancris Guevara.