En Cada Paso.
Es gratificante conocer que en
cada paso, en cada respirar, en cada latir del corazón, ahí está Dios…
Dios ha
prometido estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo! Al estar
al tanto de que tenemos a nuestro Guardador, nuestro Consolador, nuestro
Ayudador y Sustento en cada momento de nuestras vidas, nos inspira a adorarle,
servirle y sentir ese Amor Incondicional de cera, ese amor que nos impulsa a
amar.
Dice la Biblia
que amamos a Dios porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19), y ese mismo amor es
el que nos lleva a amar a otros, a ser empáticos con los demás y entender que
en otros también existe la necesidad de sentirse amado, de sentirse seguro,
protegido y confiado de que nada malo pasará, que siempre habrá provisión y sustento,
siempre habrá una respuesta, un lugar a donde acudir, un lugar donde habitar. Ese
amor impulsa a hablar y compartir a otros la gracia tan hermosa que se ha
recibido, a veces sin pensar en uno mismo, para que el mensaje de salvación, y
el amor de Dios pueda llegar a otros.
Es también
extraordinario saber que ese lugar, en donde se encuentra ese Consuelo, ese
Soporte, es aquí mismo, cerquita de cada uno… Porque Dios habita en cada
corazón que está dispuesto a darse, a entregarse por completo y a ser por
entero de Aquel que le creó y lo trajo a este mundo con un propósito divino y
eterno.
Es aún más
sorprendente, saber que no hay formulas mágicas, ni rituales, ni nada que
pagar… Es maravilloso saber que no solo es Paz, Consuelo, Protección, Sanidad,
Sustento… en Jesús hay Salvación. Si se quiere, eso es lo más importante, el
beneficio más grande que se puede encontrar en Él, porque el paso por este
mundo es temporal... Por medio de la fe en Jesús, en reconocer y aceptar que al
morir en la cruz pagó por cada uno de los pecados, que lo hizo una vez y para
siempre, ser arropado por su gracia recibiéndolo como Señor y Salvador de
nuestras vidas, podemos ser salvos por la eternidad. Ese Dios que dio su vida
en la cruz, resucitó al tercer día, y está sentado en su trono eterno, es quien
nos guía, guarda y acompaña en cada paso.
Que delicia
saber que ese Gran Rey y Señor, que mi Salvador está conmigo siempre, en cada
paso.
Mateo
28:20
….y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.
Ancris Guevara.
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