Dejando Atrás el Pasado
Es increíble llegar a un punto y mirar como Dios ha sumergido
esta vida en sus Planes y Propósitos... Y es mucho más increíble y hermoso
saber que esos planes, ya estaban diseñados desde antes de la fundación del
mundo (Efesios 1:4 RV). Impresiona
la manera en que estando perdidos, muertos en delitos y pecados, Él con su
inmenso amor encuentra y rescata esas vidas y esas almas, y las impregna de Él
de manera tal que no hay manera de salir, no se encuentra razón de huir de Su Presencia;
todo lo contrario, ésta se vuelve una necesidad tan vital, así como el comer,
el dormir, que sin Él no hay razón ni motivos de vivir, no tiene sentido el
respirar, el andar, el vivir.
Estando ya dentro de esos planes, se
entiende por qué todo lo vivido, todo el pasado, todo dolor y sufrimiento,
aquello que no parecía tener sentido, aquello que no debió haber pasado, que no
concuerda con lo que razonablemente debió haber sido… Todo eso tiene sentido
cuando se comprende que era parte del plan que tenía Dios para acercar esa vida
a Él, para prepararla y formarla en el Ministerio, para disponerla a Su
servicio y usarla como instrumento Suyo.
Una vez entendidas todas estas cosas,
una vez conocido y aprendido en medio de luchas y pruebas, de alegrías y
victorias, se sabe que se es más fuerte, que se está listo para trabajar en ciertas áreas, que ya
no hay vuelta atrás… ¿Y para qué mirar atrás? Todo lo que espera adelante es lo
que Dios tiene planeado, es mucho mejor y aunque llegasen lágrimas y dolor,
todo tiene sentido y hay confianza dentro de Él.
Es un Nuevo Tiempo, donde la entrega
debe ser genuina, donde pase lo que pase, Él está en control y no hay nada que
temer….
Avanzado, dejando atrás el pasado, en
obediencia, sin reservas, sin retorno, sin nada que lamentar.
Ancris Guevara.
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