Dios Victorioso
Mi Dios Victorioso, Tu peleas por mí (Éxodo 14:14). En cada batalla me permites experimentar tu victoria como si fuese mía! Tu Palabra Poderosa es mi mejor arma, la alabanza y la oración me has dado como defensa en la guerra. Me llenas de fuerza y de confianza si comienzo a temer o a dudar. Me consuelas y me animas, me revistes de autoridad y poder. Me atavías de esperanza, y sé que nada puede frustrar el triunfo que me darás, como señal de que estás conmigo, de que no es mi fuerza, sino las tuyas las que me llevan a derrotar al enemigo. Me muestras tu Poder y Señorío, me enseñas la manera en que Tu Luz disipa toda tiniebla! Oh mi Dios Victorioso! La fe que me has dado, la haces aumentar para no callar, para no retroceder, para no titubear. Me has hecho entender que no puedo ser indiferente ante el ataque contrario, que no puedo permanecer en silencio e inactiva ante la ofensiva adversaria; que es necesaria la pelea para obtener el galardón. Mi mejor recompensa eres Tú, oh m...